
tal vez porque morimos un poco en invierno ,
nos aventuramos a escribir con los primeros rayos tibios de abril.
somos poetas del instante que nos transita y es
el tiempo un manipulador implacable en nuestras vidas.
cuando el vino convierte nuestras musas en letras esparcidas
comprendemos para que vivimos.
somos tenaces, y sensibles,
cabalgamos la euforia de la tinta sin mas pretensión
que saciar la mente poblada de intrigas.
somos entonces poetas de la tierra, del agua y los cielos.
somos amantes de lo imposible y lo palpable .
somos palabra llena de sangre y arte.
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